Día Mundial de la Obesidad

Cada 4 de marzo celebramos el Día Mundial de la Obesidad, compartimos junto a la comunidad mundial los objetivos que persigue el conmemorar este día.

Desde el Gabinete de Hábitos Saludables de la Municipalidad, la licenciada en nutrición Natalí González, nos acerca una nueva temática referida a la obesidad y el sobrepeso, los cuales se definen como una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud.

Una forma simple de medir la obesidad es el índice de masa corporal (IMC). Se calcula dividiendo el peso de una persona en kilogramos por el cuadrado de la talla en metros. En el caso de los adultos, una persona con un IMC igual o superior a 30 es considerada obesa y con un IMC igual o superior a 25 es considerada con sobrepeso.

Es por ello, que al conmemorar este día se busca:

  • Generar conciencia acerca de que la obesidad es una enfermedad y que se requiere conocer sus causas fundamentales para llevar adelante las acciones que permitan abordar dichas causas.
  • Fomentar la promoción y el cambio en la manera de abordar la obesidad en toda la sociedad.
  • Mejorar las políticas para crear un ambiente saludable que priorice la obesidad como un problema de salud.
  • Compartir experiencias que inspiren y unan a la sociedad en un trabajo en conjunto por todos los objetivos mencionados.

Más del 60% de la población argentina tiene sobrepeso u obesidad y un dato alarmante es, que desde 1975, la obesidad se ha casi triplicado en todo el mundo y con ella el riesgo de desarrollar múltiples enfermedades como: diabetes, hipertensión arterial, enfermedades cardiovasculares, ACV, hígado graso, algunos tipos de cáncer como de mama, colon, ovario, y enfermedades osteoarticulares entre otras.

Algunas recomendaciones sencillas para evitar la enfermedad, es adquirir un estilo de vida saludable, que implica:

  • Elegir una alimentación variada, alimentos de todos los grupos (lácteos descremados, carnes de todo tipo con bajo contenido graso, huevos, vegetales y frutas, cereales y derivados integrales, legumbres, aceites vegetales, agua.);
  • Evitando el consumo de alimentos con alto contenido de azúcares refinados (dulces, azúcar de mesa, gaseosas, golosinas, etc);
  • Disminuir el consumo de bebidas alcohólicas y priorizar el consumo agua segura y potable (de 2 a 3 litros por día);
  • Comer en un ambiente tranquilo, masticar bien y dedicar al menos 20 minutos a las comidas principales;
  • Evitar consumir productos ultra procesados y priorizar el consumo de alimentos naturales y caseros;
  • Respetar, aunque con cierta flexibilidad, un orden de comidas diarias;
  • Mantener un estilo de vida activo y realizar actividad física acorde a condiciones de salud y recomendación médica;
  • Identificar la comida emocional, el picoteo, los atracones.